Cada año, el 28 de mayo, organizaciones sin fines de lucro, agencias gubernamentales, el sector privado, los medios de comunicación y diferentes colectivos se reúnen para celebrar el Día Internacional de la Higiene Menstrual.
Este día, según podemos leer en la Wikipedia, nació con el objetivo de finalizar con la pobreza menstrual, concientizar sobre higiene y gestión menstrual deficiente, y por último cambiar percepciones negativas o estigmas en torno a la regla. El objetivo del Día Internacional de la Higiene Menstrual es defender la importancia de una buena educación y uso de la higiene menstrual.
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El estigma de la menstruación
Más de 800 millones de mujeres y niñas menstrúan todos los días a nivel mundial, muchas de ellas enfrentándose a obstáculos en el manejo adecuado de la menstruación. La pandemia de COVID-19 solo ha aumentado estos obstáculos.
El estigma social y los tabúes que rodean a la menstruación a menudo impiden que las mujeres y las niñas vayan al trabajo y a la escuela. Incluso si participan en actividades durante la menstruación, la falta de uso de productos de higiene menstrual, la falta de infraestructura de saneamiento, como baños privados e instalaciones para lavarse las manos y la falta de educación sobre higiene menstrual, pueden impedir que las mujeres y las niñas alcancen su máximo potencial en el aula de estudios, lugar de trabajo y/o hogar.
En el Día Internacional de la Higiene Menstrual (menstrualhygieneday.org) se trabaja en establecer estándares de diseño para instalaciones amigables para las mujeres, crear recursos educativos y desestigmatizar la menstruación. Además de proporcionar instalaciones de saneamiento adecuadas y seguras puede promover la equidad y las oportunidades, lo que a su vez exacerba la discriminación a largo plazo y la erosión de las normas sociales que refuerzan los roles, los prejuicios y las expectativas tradicionales.
La importancia de tener agua saludable
Una mejor gestión del agua significa que las mujeres y las niñas disfruten de una mejor salud, nutrición, oportunidades y dignidad. Las mujeres y las niñas se beneficiarán de la seguridad del agua, el saneamiento y una higiene personal segura, fiable y sostenible. Libera más tiempo para la educación y el empleo, reduce su vulnerabilidad a la violencia de género, brinda privacidad y dignidad, mejora la tasa de éxito de mujeres y niñas y fortalece su voz y capacidad de acción y poder económico.
Tampones y compresas son casi bienes de lujo en determinadas zonas del mundo. Dando como origen al término conocido como “pobreza menstrual”, es decir, la no posibilidad de mujeres para conseguir productos de higiene menstrual debido a limitaciones sociales y económicas. Pero la pobreza menstrual va más lejos de poder adquirir los productos de higiene íntima, también es la ausencia de disponibilidad de agua potable, jabón y otras cosas necesarias para cuidar la higiene y, por tanto, la salud.
Miles de euros en compresas y tampones
Si eres de las que compra tampones o compresas, y si has realizado un cálculo del presupuesto económico que necesitas a lo largo de tu vida para, habrás comprobado que gastas unos 60 euros al año. Teniendo en cuenta que una mujer suele menstruar durante cuarenta años más o menos, el gasto es de varios miles de euros tal como podemos leer en este artículo publicado en la revista de la OCU.
Además del gasto económico está el . Si pones el ejemplo de una adolescente de catorce años que sólo utilice compresas, generará 310.800 kilos de residuos derivados de las compresas a lo largo de su vida. Estos datos los he sacado de un artículo que leí en Muy Interesante.
Alternativas sostenibles
La buena noticia es que actualmente tenemos dos alternativas ecológicas y sostenibles:
- Copa menstrual: Cada vez más mujeres se están pasando a esta opción. Al estar fabricadas de material hipoalergénico permiten llevarlas hasta 12 horas consecutivas. Tienen una vida promedio entre cinco y diez años. Hay que tener en cuenta que las copas recogen el flujo menstrual, no absorben.
- Compresas reutilizables: Las compresas de un único uso necesitan aproximadamente trescientos años para degradarse. La alternativa sostenible es usar las compresas que se lavan. Además de ahorrar mucho dinero el impacto medioambiental se reduce de manera considerada.
Esperemos que poco a poco se vaya normalizando el uso de alternativas más sostenibles. ¡Feliz Día Internacional de la Higiene Menstrual! 💚